
La amigdalitis, o inflamación de las amígdalas, suele ser causada por una infección vírica, pero también puede ser causada por la bacteria estreptococo, Streptococcus pyogenes . Los padres de niños pequeños están muy familiarizados con los síntomas de este tipo de amigdalitis, también conocida como faringitis estreptocócica. Estos pueden incluir fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos y las amígdalas.
La faringitis estreptocócica se puede tratar eficazmente con antibióticos, pero algunos niños contraen la enfermedad repetidamente (amigdalitis recurrente). Los niños que desarrollan amigdalitis recurrente pueden necesitar que se les extirpen las amígdalas quirúrgicamente. No está claro por qué algunos niños tienen más probabilidades que otros de contraer amigdalitis recurrente.
Para comprender mejor el tema, un equipo dirigido por el Dr. Shane Crotty del Instituto de Inmunología de La Jolla obtuvo muestras de tejido de las amígdalas de 66 niños a quienes se las habían extirpado debido a amigdalitis recurrente y de 80 niños a quienes se las habían extirpado por otras razones médicas, como la apnea del sueño. El estudio fue financiado en parte por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los NIH. Los resultados aparecieron el 6 de febrero de 2019 en Science Translational Medicine .
Las células T foliculares auxiliares (T FH ) son un tipo de célula inmunitaria que normalmente ayuda a otro tipo de célula inmunitaria (células B) a producir anticuerpos protectores contra bacterias y virus. El equipo descubrió que las amígdalas de los niños con amigdalitis recurrente contenían cantidades relativamente mayores de un nuevo tipo de célula T FH . Los niños con amigdalitis recurrente también tenían menos células B en las amígdalas.