La limpieza de oído es una práctica de higiene que muchas personas realizan sin saber que, si se hace de manera incorrecta, puede causar más daño que beneficio. Aunque eliminar el exceso de cerumen parece algo simple, hacerlo sin conocimiento puede provocar infecciones, lesiones en el canal auditivo e incluso pérdida de audición.
En este artículo te explicamos cuándo es necesario limpiar los oídos, cómo hacerlo de forma segura y cuándo acudir al especialista, para mantener tu salud auditiva en óptimas condiciones.
¿Es necesario limpiar los oídos?
Sí, pero no de la forma en que muchas personas lo hacen. El oído cuenta con un sistema de limpieza propio. El cerumen, conocido como «cera», actúa como una barrera protectora que retiene polvo, bacterias y otras impurezas. Este se elimina de forma progresiva hacia el exterior gracias al movimiento natural del conducto auditivo.
Por lo tanto, no es necesario limpiar profundamente el oído con objetos como hisopos de algodón, clips, llaves o cotonetes, ya que estos pueden empujar la cera hacia adentro y causar tapones o lesiones.
¿Cuándo se recomienda una limpieza de oídos?
La higiene del oído solo se recomienda cuando aparecen señales o molestias como:
- Sensación de oído tapado
- Disminución temporal de la audición
- Zumbidos o ruidos en el oído (tinnitus)
- Dolor o picazón persistente
- Acumulación visible de cera en la parte externa
Si las molestias continúan, es esencial consultar con un otorrinolaringólogo para obtener un diagnóstico preciso y el manejo adecuado. El especialista podrá determinar si existe un tapón de cerumen, infección u otra causa subyacente.
¿Cómo debe hacerse una limpieza de oído segura?
Para el cuidado diario, lo más recomendable es limpiar únicamente la parte externa del oído con un paño húmedo o una toalla suave, sin introducir objetos en el canal auditivo.
En caso de acumulación de cera, los especialistas pueden utilizar métodos seguros como:
- Irrigación con soluciones salinas
- Succión mediante equipos especializados
- Instrumentación con microganchos o pinzas bajo visualización
Estos procedimientos deben ser realizados por un profesional de la salud en un entorno clínico, evitando riesgos innecesarios.
¿Qué riesgos hay al limpiar mal los oídos?
Usar hisopos o introducir objetos extraños puede provocar:
- Empuje del cerumen hacia el fondo del oído
- Formación de tapones de cera
- Lesiones en el canal auditivo
- Perforación del tímpano
- Infecciones del oído externo (otitis externa)
Además, en niños o personas con antecedentes de otitis o perforaciones timpánicas, la limpieza casera puede ser especialmente peligrosa.
¿Cada cuánto tiempo se debe hacer una limpieza de oídos?
No hay una frecuencia estándar, ya que depende de cada persona. Algunas personas generan más cerumen que otras, o tienen canales auditivos más estrechos que favorecen la acumulación. Por lo general, basta con la higiene externa periódica, y solo se recomienda una limpieza profesional si aparecen molestias o exceso de cerumen visible.
¿Cuándo acudir al especialista para una limpieza de oído?
Si tienes molestias persistentes, taponamiento, secreciones, dolor o pérdida auditiva, es momento de visitar a un otorrinolaringólogo. Una evaluación temprana evita complicaciones y permite mantener una audición saludable a largo plazo.
En Chiclayo, Perú, puedes confiar en el Centro de Otorrinos del Norte, donde encontrarás atención especializada, equipos modernos y profesionales capacitados para realizar limpiezas auditivas seguras y efectivas.
Conclusión
La limpieza de oído debe hacerse con precaución y conocimiento. Evita prácticas caseras riesgosas y acude al especialista si tienes síntomas anormales. Recuerda que la prevención es la mejor manera de cuidar tu salud auditiva.